LO
DIGO ANTES DE QUE ME LO PREGUNTEN
Estoy
impresionado, lo que pasa en el mundo
me
sobrepasa.
Hay
días que no escucha
otro
ruido que el fragor de las balas.
La
música es el llanto de un niño
pidiendo
pan.
Sólo
amo la piedra que me protege
de
las balas enemigas.
El
hombre actual sólo desea
tener
un arma
más
poderosa que el enemigo.
El
hombre actual quiere ser Dios
más
no consigue tanto.
Para
imponer el bien utiliza el mal,
todo
lo perverso, los asesinatos.
Para
imponer el bien olvida la belleza
y
con la libertad hace una bandera
para
luchar contra la libertad.
Vivo
un poco impresionado
y,
sin ser pesimista, puedo asegurar
que
el hombre ya no puede dormir,
lo
persiguen aviones incendiarios,
mapas
extravagantes de ciudades
secretamente
ocultas en la piedra.
Lo
persigue el aliento de un tigre,
debajo
de las sábanas, en el aire.
Lo
persigue su odio, el odio de las víctimas
y
no puede dormir porque en las noches,
el
odio de los asesinos lo persigue.
Y
nunca está tranquilo
ni
cuando come, ni cuando vomita.
A
veces está tranquilo con su amada,
atravesando
el domingo en sobremesa
y
desde la televisión, previo consenso,
le
envían un misil súper-inteligente
que
sólo mata niños jugando en la vereda
o
madres distraídas en el supermercado
o
a los pobres ancianos en la silla de ruedas.
Miguel
Oscar Menassa
Argentina 1940
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