Y TÚ MAR, DIME ¿DE DÓNDE VIENES?
Jirones de piel ajena
anclados a la sombra de altos muros.
Ruedas sentenciadas
a un imperfecto engranaje
de un paisaje enmudecido
donde un transeúnte solitario
es el verdugo de su vértice.
Llegaste a la esquina de un latido aterido
bañado en un rayo de sol,
una alta estrella mostraba la caricia de una noche abierta
y una mano encendida dibuja
otro perfil sobre el acantilado del deseo.
¿Quién conduce esta vertiginosa travesía imparable?
¿Qué fuerza gravitatoria vuela
Por encima del temor falaz e invisible
acechante en la propia sombra?
no me digas quién eres,
silencia de dónde vienes.
Maribel Domínguez Duarte
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