lunes, 11 de agosto de 2014

Verano 2014


LA PATATA

 

Descansabas, incauta, adormecida,

azul en tu indecisa adolescencia,

verde en la distracción de los quehaceres,

de tu casa, tu sexo, tu ventura.

La tierra, blanca, negra o colorada

ponía ya un estigma a tu destino

de blanda, dura, amarga

o dulce carne.

Podías navegar por las alturas

de los mares más hondos,

o perderte en la insulsa algarabía

del discurrir más tonto

por el cauce normal de la costumbre.

Así, sin conocer el jubiloso grito

de la entrega sin qué, ni cómo, cuándo,

que multiplica en 7 lo que es 1,

un 16 cualquiera, entre mis manos,

temblorosa, indecisa, sucia, negra,

caíste.

El filo más agudo del deseo,

de mi sangriento amor,

mi ruin coraje,

te arrancaba la piel entre mis dedos,

y los gritos, lamentos y suspiros

se perdieron sin eco entre mis manos

de asesino inexperto.

Cuando tu cuerpo blanco, mutilado,

cayó sobre las aguas de tu cielo,

el gris estaño de tu desventura,

se partió en mil pedazos.

 

Domingo López Torres

España 1910 -1937

De “Lo Imprevisto”

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