DE LOS BESOS DE AMOR
Cuando mi blanda
Nise
lasciva me rodea
con sus nevados
brazos
y mil veces me
besa,
cuando mi ardiente
boca
su dulce labio
aprieta,
tan del placer
rendida
que casi a hablar
no acierta,
y yo por alentarla
corro con mano
inquieta
de su nevado
vientre
las partes más
secretas.
y ella entre dulces
ayes
se mueve más y
alterna
ternuras y suspiros
con balbuciente
lengua,
ora hijito me
llama,
ya que cese me
ruega,
ya al besarme se
muerde,
y moviéndose
anhela,
entonces, ¡ay!, si
alguno
contó el mar la
arena,
cuente, cuente, las
glorias
en que el amor me
anega.
Juan Meléndez
Valdés
España 1754 – 1817
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