miércoles, 27 de agosto de 2014

Verano 2014


QUIÉN NOS HUBIERA DICHO
QUE LOS DOMINGOS…!

Aquellas tardes de cine de barrio,
para festejar al borde de los días
enfaenados bajo un traje de labranza.

Tardes de puzzles sobre mesa camilla,
mientras las piezas bailan entre dedos
afanados en la atildada destreza.

O chocolate con churros al pie de la lumbre,
viendo al trasluz de la ventana
los copos cubriendo el zaguán.

Esas tardes paseando bajo el castañal
bordeando adoquines de argamasa
extendida en la metrópoli boreal.

Tediosas tardes sombrías bajo el sol,
mientras tu contemplas el tiempo
que se pierde detrás de tu visera.

Atardeceres olvidados en un velo,
opaco por el escozor de una herida
rebanada de incuria por tu mordaza.

Quién nos hubiera dichos que esas tardes
acabarían injuriando la vereda
hilada de arquetipos mudados de pudor!

Quién nos hubiera dicho que los domingos
me pondría un traje distinto, zapatos nuevos,
cabello al viento, alzaría los brazos,
como alas buscando la selva animal!

¡Cómo podría saber que los domingos
confinados en la oscuridad, agonizarían 
en pos de un cuarteto de misivas volátiles!

Nunca lo hubiera imaginado, pero nunca,
-a pesar de la lúgubre sala del destino-,
nunca abandoné la púrpura promesa.

Y hoy, delante del espejo te escribo:
he cambiado la piel de la mordaza
por un dorado atuendo al confín de mi voz.


Gloria Gómez Candanedo
Integrante del Taller de Poesía Grupo Cero de Alcalá de Henares

No hay comentarios:

Publicar un comentario