VIENTO
NEGRO, LUNA BLANCA
Viento
negro, luna blanca…
Noche
de Todos los Santos.
Frío.
Las campanas todas
de
la tierra están doblando.
El
cielo, duro. Y su fondo
da
un azul iluminado
de
abajo, al romanticismo
de
los secos campanarios.
Faroles,
faroles, coronas
-¡campanas
que están doblando!-
…Viento
largo, luna grande,
noche
de Todos los Santos.
…Yo
voy muerto, por la luz
agria
de las calles; llamo
con
todo el cuerpo a la vida;
quiero
que me quieran; hablo
a
todos los que me han hecho
mudo,
y hablo sollozando,
roja
de amor esta sangre
desdeñosa
de mis labios.
¡Y
quiero ser otro, y quiero
tener
corazón, y brazos
infinitos,
y sonrisas
inmensas,
para los llantos
aquellos
que dieron lágrimas
por
mi culpa!
...Pero ¿acaso
puede
hablar de sus rosales
un
corazón sepulcrazo?
-¡Corazón,
estás bien muerto!
¡Mañana
es tu aniversario!-.
Sentimentalismo,
frío.
La
ciudad está doblando.
Luna
blanca, viento negro.
Noche
de Todos los Santos.
Juan
Ramón Jiménez
Autor del cuadro: Caspar David Friedrich
No hay comentarios:
Publicar un comentario