BAJO TU SOMBRA CLARA
Un cuerpo, un cuerpo solo,
un solo cuerpo
un cuerpo como día
derramado
y noche devorada;
la luz de unos cabellos
que no apaciguan nunca
la sombra de mi tacto;
una garganta, un vientre
que amanece
como el mar que se
enciende
cuando toca la frente de
la aurora;
unos tobillos, puentes del
verano;
unos muslos nocturnos que
se hunden
en la música verde de la
tarde;
un pecho que se alza
y arrasa las espumas;
un cuello, solo un cuello,
unas manos tan solo,
unas palabras lentas que
descienden
como arena caída en otra
arena…
Esto que se me escapa,
agua y delicia obscura,
mar naciendo o muriendo;
estos labios y dientes,
estos ojos hambrientos,
me desnudan de mí
y su furiosa gracia me
levanta
hasta los quietos cielos
donde vibra el instante;
la cima de los besos,
la plenitud del mundo
y de sus formas.
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