lunes, 17 de febrero de 2020

PRESENTACIÓN DEL LIBRO: DEPRESIÓN CÁNCER SUICIDIO




PRESENTACIÓN DEL LIBRO:
DEPRESION, CANCER, SUICIDIO
CASOS CLINICOS
DE CARLOS FERNANDEZ DEL GANSO

Depresión, Cáncer, Suicidio, Casos Clínicos, un libro de Carlos Fernández del Ganso, médico y psicoanalista, que se viene a sumar a los previos, 6 libros de psicoanálisis escritos en colaboración con otros autores y 5 libros de los que es el único autor, con este 6 y que nos muestra, no sólo cómo ha sido transmitido, su formación, sino también su compromiso con la difusión del Psicoanálisis.
El libro está estructurado en una Introducción a modo de prólogo, 10 capítulos (Generalidades sobre la depresión, Duelo y melancolía - Depresión y tristeza. Generalidades sobre el cáncer. Inmunodepresión, genética y cáncer. El suicido y la muerte que no se puede vivir, Casos clínicos de depresión. Psicoanálisis de la salud. Criterios de salud y enfermedad y un Decálogo a modo de conclusiones)
Voy a comenzar rescatando dos frases: En la salud se trata de seguir sumando, no hay que detenerse, que aparece en la última página del libro. La otra: La alta morbilidad y la llamativa mortalidad de los trastornos del estado ánimo, de los trastornos oncológicos y el fatal desenlace del suicido, merecen una implicación social que debe empezar por los propios responsables de la salud, en la primera página. 
He comenzado así porque son dos cuestiones que se repiten y despliegan a lo largo de todo el texto.
Por una parte la manera de pensar la salud no desde el par dialéctico salud – enfermedad, sino como producción donde los factores psíquicos juegan un papel determinante tanto de la salud del cuerpo como de la salud mental porque cuerpo y psiquismo aunque diferentes son inseparables. No se trata de alcanzar ninguna normalidad ni ningún equilibrio, que no existen. Porque lo normal es, como nos dice el autor una cuestión estadística, lo que aparece con mayor frecuencia, vinculada con criterios sociológicos como la adaptación social o la reacción positiva que el individuo provoca en el grupo social. Una manera de pensar que no discrimina la singularidad propia de lo humano.
Mitigar, aliviar o curar lo que pasó, la enfermedad, es el objeto de la medicina. Construir lo nunca sido es el objeto del psicoanálisis. Porque de eso se trata, pensar la salud como producción implica también una nueva manera de pensar la producción de la enfermedad y su tratamiento sumando a la Medicina, el Psicoanálisis. La enfermedad coagula, detiene al sujeto, la salud es un deslizamiento del deseo que permite lo nuevo, lo diferente, lo singular, la posibilidad de transformación.
A lo largo del texto se nos muestra cómo piensa la medicina la depresión y cómo la piensa el psicoanálisis. Para la medicina la causa es multifactorial, desconoce la causa última, y lo plantea del orden de lo preconsciente podríamos decir desde el psicoanálisis. Propone explorar el estímulo psicológico, si lo hubo, la personalidad del individuo y los factores orgánicos que puedan afectar el hipotálamo y a las elaboraciones cognitivas y ritmos circadianos.
Lo mismo sucede con respecto al cáncer y nos habla mutaciones espontáneas o estimuladas por diversos factores, como tóxicos.
En ninguno de los dos casos se valora la importancia de lo psíquica en la producción tanto de una como del otro. Se desconoce la causa y por tanto el tratamiento es sintomático o inespecífico como en el cáncer que se usa la quimioterapia con el fin de destruir el tumor pero se destruyen también células normales.
El psicoanálisis habla de sobredeterminación. La depresión se produce ante una pérdida que es inconsciente para el sujeto y que no puede sustituir, tiene dificultades para sumar. Sabe de la etiología y de los mecanismos de producción de la enfermedad.
Una depresión con una faz psíquica y una faz orgánica, la inmunodepresión o depresión del sistema inmunitario, el policía encargado de detectar y eliminar las células mutadas.
Pero la depresión no sólo está relacionada con el cáncer, ese sería un ejemplo, también con otras enfermedades graves o con el suicidio dentro del que podríamos incluir las muertes por accidentes de tráfico inexplicables, infortunios laborales fatales o percances domésticos incomprensibles.
En los distintos capítulos del libro se trabajan, desde la medicina y desde el psicoanálisis estas cuestiones mostrándonos la importancia y cómo están jugados los factores psíquicos en cada uno de los procesos, el cuadro clínico de la depresión y la relación de los procesos psíquicos en los cambios orgánicos que se producen. Porque esa es la tesis del libro la importancia del tratamiento psicoanalítico en el abordaje de la enfermedad y en la producción de salud.
No se trata sólo de una argumentación teórica sino que en el  capítulo seis nos presenta 4 casos clínicos tratados psicoanalíticamente. Un caso de depresión, infertilidad y cáncer de mama, otro de depresión y púrpura trombótica trombocitopénica (una enfermedad de la sangre que provoca la formación de coágulos en los pequeños vasos, disminución de plaquetas y secundariamente fenómenos trombóticos y hemorragias a múltiples niveles),  un tercer caso de Lupus eritematoso y el último paciente con depresión e ideas suicidas. El despliegue de 4 casos diferentes mostrados en su singularidad, mostrándonos como se juegan los síntomas de la depresión en los diferentes sujetos.
La otra frase que rescaté: La alta morbilidad y la llamativa mortalidad de los trastornos del estado ánimo, de los trastornos oncológicos y el fatal desenlace del suicido, merecen una implicación social que debe empezar por los propios responsables de la salud.
Por eso de la importancia de la Formación de Psicoanalistas, de la existencia de una Escuela de Psicoanálisis y de, como nos propone Carlos Fernández, el psicoanálisis y la formación continuada de nuestros médicos, psicólogos, fisioterapeutas, enfermeros y auxiliares de clínica, entre otras profesiones de la salud, como herramienta eficaz en la tarea de atender pacientes.
Porque estamos ante un problema social grave. Y aquí voy a hablarles de cifras: Según la OMS, Organización Mundial de la Salud, entre el 3 y el 10% de la población mundial a lo largo de la vida, padecerá depresión. Sin que existan diferencias culturales ni raciales. Según la misma fuente más de la mitad de los pacientes no reciben un tratamiento específico, datos universales e independientes del país, economía o cultura. Se calcula que afecta a unos 350 millones de personas en el mundo, siendo la primera causa de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial general de morbilidad.
Seguimos, cada año se suicidan casi un millón de personas.  En España los datos cifran en diez los suicidios diarios. En los últimos 45 años las tasas de suicidio han aumentado en un 60% a nivel mundial. 
En lo que se refiere al cáncer, según estadísticas de 2018 más de 18 millones de personas sufrirán por primera vez un caso de cáncer y más de 9,5 millones de personas morirán por esta causa. En España, los nuevos casos de cáncer serán más de 250.000 y morirán más de 100.000 personas. 
Estamos ante una pandemia, un problema social que no parece ser importante ni motivo de noticia salvo el Día Mundial que dedicamos a la lucha contra la Depresión, el suicidio o el cáncer.
Después de todas estas cifras, que a mí por un instante me abrumaron, les dejo con una frase del libro: lejos de alertar queremos alentar, porque desde la primera consulta, con un tratamiento que considere lo Inconsciente como el psicoanálisis, hay mejoría clínica.

Pilar Rojas


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