PRESENTACIÓN DEL LIBRO:
DEPRESION, CANCER, SUICIDIO
CASOS CLINICOS
DE CARLOS FERNANDEZ DEL GANSO
Depresión,
Cáncer, Suicidio, Casos Clínicos, un libro de Carlos Fernández del Ganso,
médico y psicoanalista, que se viene a sumar a los previos, 6 libros de
psicoanálisis escritos en colaboración con otros autores y 5 libros de los que
es el único autor, con este 6 y que nos muestra, no sólo cómo ha sido
transmitido, su formación, sino también su compromiso con la difusión del
Psicoanálisis.
El libro está estructurado en una
Introducción a modo de prólogo, 10 capítulos (Generalidades sobre la depresión, Duelo y melancolía - Depresión y
tristeza. Generalidades sobre el cáncer. Inmunodepresión, genética y cáncer. El
suicido y la muerte que no se puede vivir, Casos clínicos de depresión.
Psicoanálisis de la salud. Criterios de salud y enfermedad y un Decálogo a modo
de conclusiones)
Voy
a comenzar rescatando dos frases: En la
salud se trata de seguir sumando, no hay que detenerse, que aparece en la
última página del libro. La otra: La alta
morbilidad y la llamativa mortalidad de los trastornos del estado ánimo, de los
trastornos oncológicos y el fatal desenlace del suicido, merecen una
implicación social que debe empezar por los propios responsables de la salud,
en la primera página.
He
comenzado así porque son dos cuestiones que se repiten y despliegan a lo largo
de todo el texto.
Por
una parte la manera de pensar la salud no desde el par dialéctico salud –
enfermedad, sino como producción donde los factores psíquicos juegan un papel
determinante tanto de la salud del cuerpo como de la salud mental porque cuerpo
y psiquismo aunque diferentes son inseparables. No se trata de alcanzar ninguna
normalidad ni ningún equilibrio, que no existen. Porque lo normal es, como nos
dice el autor una cuestión estadística, lo
que aparece con mayor frecuencia, vinculada con criterios sociológicos como
la adaptación social o la reacción positiva que el individuo provoca en el
grupo social. Una manera de pensar que no discrimina la singularidad propia de
lo humano.
Mitigar, aliviar o curar lo que pasó, la
enfermedad, es el objeto de la medicina. Construir lo nunca sido es el objeto
del psicoanálisis. Porque de eso
se trata, pensar la salud como producción implica también una nueva manera de
pensar la producción de la enfermedad y su tratamiento sumando a la Medicina,
el Psicoanálisis. La enfermedad
coagula, detiene al sujeto, la salud es un deslizamiento del deseo que permite
lo nuevo, lo diferente, lo singular, la posibilidad de transformación.
A lo largo del texto se nos muestra cómo
piensa la medicina la depresión y cómo la piensa el psicoanálisis. Para la
medicina la causa es multifactorial, desconoce la causa última, y lo plantea del
orden de lo preconsciente podríamos decir desde el psicoanálisis. Propone explorar el estímulo psicológico, si
lo hubo, la personalidad del individuo y los factores orgánicos que puedan
afectar el hipotálamo y a las elaboraciones cognitivas y ritmos circadianos.
Lo
mismo sucede con respecto al cáncer y nos habla mutaciones espontáneas o
estimuladas por diversos factores, como tóxicos.
En
ninguno de los dos casos se valora la importancia de lo psíquica en la
producción tanto de una como del otro. Se desconoce la causa y por tanto el
tratamiento es sintomático o inespecífico como en el cáncer que se usa la
quimioterapia con el fin de destruir el tumor pero se destruyen también células
normales.
El
psicoanálisis habla de sobredeterminación. La depresión se produce ante una
pérdida que es inconsciente para el sujeto y que no puede sustituir, tiene
dificultades para sumar. Sabe de la etiología y de los mecanismos de producción
de la enfermedad.
Una
depresión con una faz psíquica y una faz orgánica, la inmunodepresión o
depresión del sistema inmunitario, el policía encargado de detectar y eliminar
las células mutadas.
Pero
la depresión no sólo está relacionada con el cáncer, ese sería un ejemplo, también
con otras enfermedades graves o con el suicidio dentro del que podríamos
incluir las muertes por accidentes de tráfico inexplicables, infortunios
laborales fatales o percances domésticos incomprensibles.
En
los distintos capítulos del libro se trabajan, desde la medicina y desde el
psicoanálisis estas cuestiones mostrándonos la importancia y cómo están jugados
los factores psíquicos en cada uno de los procesos, el cuadro clínico de la
depresión y la relación de los procesos psíquicos en los cambios orgánicos que
se producen. Porque esa es la tesis del libro la importancia del tratamiento
psicoanalítico en el abordaje de la enfermedad y en la producción de salud.
No
se trata sólo de una argumentación teórica sino que en el capítulo seis nos presenta 4 casos clínicos
tratados psicoanalíticamente. Un caso de depresión, infertilidad y cáncer de
mama, otro de depresión y púrpura trombótica trombocitopénica (una enfermedad
de la sangre que provoca la formación de coágulos en los pequeños vasos,
disminución de plaquetas y secundariamente fenómenos trombóticos y hemorragias
a múltiples niveles), un tercer caso de
Lupus eritematoso y el último paciente con depresión e ideas suicidas. El
despliegue de 4 casos diferentes mostrados en su singularidad, mostrándonos
como se juegan los síntomas de la depresión en los diferentes sujetos.
La otra frase que rescaté: La alta
morbilidad y la llamativa mortalidad de los trastornos del estado ánimo, de los
trastornos oncológicos y el fatal desenlace del suicido, merecen una
implicación social que debe empezar por los propios responsables de la salud.
Por eso de la importancia de la Formación de
Psicoanalistas, de la existencia de una Escuela de Psicoanálisis y de, como nos
propone Carlos Fernández, el psicoanálisis y la formación continuada de
nuestros médicos, psicólogos, fisioterapeutas, enfermeros y auxiliares de
clínica, entre otras profesiones de la salud, como herramienta eficaz en la
tarea de atender pacientes.
Porque
estamos ante un problema social grave. Y aquí voy a hablarles de cifras: Según la OMS, Organización Mundial de la
Salud, entre el 3 y el 10% de la población mundial a lo largo de la vida,
padecerá depresión. Sin que existan diferencias culturales ni raciales. Según
la misma fuente más de la mitad de los pacientes no reciben un tratamiento específico,
datos universales e independientes del país, economía o cultura. Se calcula que afecta a unos 350 millones de personas en el mundo,
siendo la primera causa de discapacidad y contribuye de forma muy importante a
la carga mundial general de morbilidad.
Seguimos, cada año se suicidan casi un millón de personas. En España
los datos cifran en diez los suicidios diarios. En los últimos 45 años las tasas de suicidio
han aumentado en un 60% a nivel mundial.
En lo que se refiere al cáncer, según estadísticas de 2018 más de 18 millones de personas sufrirán por primera
vez un caso de cáncer y más
de 9,5 millones de personas morirán por esta causa. En España, los nuevos casos
de cáncer serán más de 250.000 y morirán más de 100.000 personas.
Estamos
ante una pandemia, un problema social que no parece ser importante ni motivo de
noticia salvo el Día Mundial que dedicamos a la lucha contra la Depresión, el
suicidio o el cáncer.
Después
de todas estas cifras, que a mí por un instante me abrumaron, les dejo con una
frase del libro: lejos de alertar
queremos alentar, porque desde la primera consulta, con un tratamiento que
considere lo Inconsciente como el psicoanálisis, hay mejoría clínica.
Pilar
Rojas
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