¿HAS HABITADO ALGUNA VEZ EN LA BELLEZA?
No conocía, el goce, no sabía,
que mi cuerpo crecería,
hierba perfecta,
en las orillas de tu voz.
No sabía, pequeña e inocente
como las horas del verano,
que mi dicha se alargaba,
infinita, con tu canto.
Desconocía el poder de tus manos,
prestidigitador de la agonía,
que haces surgir de la caricia
un cuerpo de mujer en mis contornos.
Desconocía que la alegría se centuplica
en tu presencia, que tu saludo es sal,
tus palabras, revolución del sentido,
sublevan cada célula, me arrastran a la vida.
Ignoraba el latido celebrando
tu llegada siempre inesperada,
mis prendas íntimas,
mutando de mortaja en bandera.
Ignoraba el sabor de tu piel
en mis mañanas, avellana perfecta.
Ahora, amo la huella húmeda
que dejamos en la cama.
¿Has habitado alguna vez en la belleza?
Yo he llorado frente a ella,
la belleza son nuestros cuerpos
anudados en la noche clara.
Luz de una luna arrepentida,
rilando su reflejo en cristalino lago,
así tiembla mi alma de mujer
cuando el viento de tu sexo la bate.
Alejandra Menassa de Lucía
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