LLEGÓ LA
POESÍA Y ME DIJO
Un
sí o, bien, un no, me hicieron
abrir
nuevos caminos, abandonar caminos.
Hasta
que topé, una noche, con la
Poesía
me
la pasaba volando de un lado para otro
según
el capricho de mis tiernas amadas
que
del amor, solo sabían hacer el amor.
Para
vivir, un hombre, no necesita volar
menos
aún de un lado para otro tras su amada.
un
hombre debe tener los pies a la altura de los pies.
El
alma al alcance de una breve caricia,
el
sol sobre la tierra a la hora del sol,
el
cuerpo y la palabra cual ríos disponibles
y
a la noche algún sueño, una historia de amor.
Un
hombre tiene todas sus esperanzas en el hombre.
Un
hombre tiene como bandera la libertad.
Le
da agua al sediento y lucha por un trozo de pan
y
ama, hace como que ama pero no sabe amar.
Un
hombre, dijo la Poesía ,
con severidad,
un
hombre sabe que morirá y no le importa.
Sabe
que muere cuando escribe y, sin embargo, escribe.
Sabe
que cada amor le mata y, sin embargo, se enamora.
Un
hombre, le dije, ambiciona volar
y
aunque no pueda no le importa.
Ambiciona
volar, ama la ilusión de volar.
Sentir
en ese instante que algún día…
Un
hombre, Poesía, es capaz de matar,
es
capaz de comerse el corazón amado,
quitarse
de la boca con asco un beso de amor
y
amar, de sus cautivos amantes, el dinero.
También
una tarde cualquiera un hombre
se
deja acariciar por una brisa, un aire,
un
sentimiento lo golpea en el pecho
y
el pobre hombre cayendo se enamora.
Y
hace como si tuviera sangre en las venas
y
salta y corre y se acaricia con frenesí
y
quiere entregarse, totalmente, por amor
y,
ahí, viene la policía y lo encarcelan.
¿Me
sigues, Poesía? Del hombre hablamos.
Es
capaz de morir por ideales falsos
capaz
de hacer la guerra por casi nada
dejar
morir su otra mitad, en silencio.
Se
mete en el centro del volcán y lo desafía.
Quiere
atravesar los océanos con su cuerpo,
tocar
la inmensidad, el cielo con sus versos
agujerear
el vientre de la montaña, la piedra.
El
hombre quiere llegar con sus latidos
al
centro desconocido de la tierra,
a
la vida íntima de todos sus amantes,
quiere
llegar, al corazón de las cosas.
Y
se enamora, Poesía,
y
se pudre como una flor al sol
cuando
alguien se muere o lo abandona.
Miguel Oscar Menassa.
De “Al sur de Europa”
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