DESHORA
Pureza amada, que mis ojos
nunca
llegaron a gozar. ¡Pureza
absurda!
Yo sé que estabas en la
carne un día,
cuando yo hilaba aún mi
embrión de vida.
Pureza en falda neutra de
colegio;
y leche azul dentro del
trigo tierno
a la tarde de lluvia,
cuando el alma
ha roto su puñal en
retirada,
cuando ha cuajado en no sé
qué probeta
sin contenido una
insolente piedra,
cuando hay gente contenta;
y cuando lloran
párpados ciegos en
purpúreas bordas.
Oh, pureza que nunca ni un
recado
me dejaste, al partir del
triste barro,
ni una migaja de tu voz;
ni un nervio
de tu convite heroico de
luceros.
Alejaos de mí, buenas maldades,
dulces bocas picantes….
Yo la recuerdo al veros
¡oh, mujeres!
Pues la vida en la perenne
tarde,
nació un poco ¡pero mucho
muere!
César Vallejo
Cuadro: Paul Gauguin
No hay comentarios:
Publicar un comentario