jueves, 29 de agosto de 2024

EL AMOR NUEVO

EL AMOR NUEVO

 

 

Todo amor nuevo que aparece

nos ilumina la existencia,

nos la perfuma y enflorece.

 

En las más densa oscuridad

toda mujer es refulgencia

y todo amor es claridad.

Para curar la pertinaz

pena, en las almas escondida,

un nuevo amor es eficaz;

porque se posa en nuestro mal

sin lastimar nunca la herida,

como un destello en un cristal.

 

Como un ensueño en una cuna,

como se posa en la ruina

la piedad del rayo de la luna,

como un encanto en un hastío,

como en la punta de una espina

una gotita de rocío…

 

¿Qué también sabe hacer sufrir?

¿Qué también sabe hacer llorar?

¿Qué también sabe hacer morir?

 

-Es que tú no supiste amar…

 

Amado Nervo

Cuadro de Miguel Oscar Menassa


lunes, 26 de agosto de 2024

NOS ANUNCIARON

 


NOS ANUNCIARON

 

Nos anunciaron

que después de la muerte

llegarán para habitar

nuestra propia casa

los monstruos.

Debemos

construir viviendas

adaptables

sin jardines ni albatros

insospechosas miradas

hacia el futuro.

 

Todo está con nosotros.

 

Desde la soberbia

de una mutilación ineficaz

y su saber

hasta la vergüenza

de nuestros padres

ocultando sus genitales.

 

Padecer es morir.

Gozar es morir.

Por eso

nuestras bajas pasiones

se transformaron en altas

luminosas

celestiales pasiones.

 

Por eso los pequeños

animales de dos cabezas

buscan su lugar

entre nosotros.

 

Aquí a mi lado

la cabellera azul

saliendo de sus labios

y el corazón desde los ojos,

besa mi boca

quien nunca habría

de pronunciar

una palabra.

 

El idiota gime

y besa nuestros pies.

 

Alaba constantemente

nuestra bondad.

 

Los monstruos están

definitivamente

con nosotros.

El idiota lo sabe

su transformación

está cerca.

 

HUIR O MATAR,

dos alternativas

demasiado complejas.

 

El idiota cede

lentamente

y pronuncia sin fe

la palabra papá.

 

Miguel Oscar Menassa

Del libro: “La poesía y yo”

Cuadro: "Muerte simulada" de Miguel O. Menassa

 

domingo, 25 de agosto de 2024

SIN BUSCAR SENTIDOS

 


SIN BUSCAR SENTIDOS

 

Sin buscar sentidos

sin buscar sentidos

a veces

no se puede vivir.

 

Buitre acostumbrado

a la carroña

vuelo sin olfato

perdiendo el rumbo.

 

Lumínico vientre

jugos

como vertientes de arrebato

contra los ojos mal-heridos,

desvariados.

 

La soledad

me tiende sus redes de brocado.

 

Me repito

un hombre sólo no es un hombre

un hombre solo no es un hombre

y abro la boca hambriento

sin saber ¿por qué?

me toca este camino.

 

Soñador

acostumbrado a vivir

empecinadamente la poesía

amo en general los silencios

las brusquedades

los silencios.

 

Entendido en catástrofes

nazco

entre lo que se desmorona.

 

Piedras

antílopes caídos,

tigres 

como llamas de seda.

Llamas

piedras

y entre los desperdicios

siempre encuentro una flor.

Una simple delicadeza

para el alma.

 

Volando entre galaxias

de nuevos pensamientos

mi vida

se llenó de malos pasos.

 

Normal. Normal

eso no pude nunca.

 

Soy una promesa

y  el diente

posterior de la nada.

La poderosa serpiente

que le da vida a Dios.

 

Veneno y fe.

Veneno y fe

y azúcares

y corales

y negruras

y tiempo de paz.

 

Los hombres van y vienen

recuerdan y olvidan.

 

Panes y recuerdos

me repito a cada instante

panes y recuerdos

tuvimos todos.

 

Cuando partí de mi ciudad

lo sabía todo y lo olvidé

lo sabía todo y lo olvidé.

 

Viajo sin rumbo porque olvidé

el destino del hombre.

 

Tanta muerte y tanta locura.

 

Tanta soledad.

Mejor viajar sin rumbo

mejor detenerse

donde nadie se detiene

cielo hay

en todas direcciones.

 

Fui un perro, lo sé,

buscando en la basura

un pedazo de carne

y sin embargo

extranjero y feliz

quiero para mí

lo que me corresponda.

 

Orgulloso de mis defectos

soy un pavo real

sorprendido por sus colores.

 

Hasta aquí

amante

de las virtudes de los otros

quedé sensible al asco.

 

Picoteo todo

buscando el sabor deseado

y el sabor deseado

está en mí.

Normal. Normal

eso no pude nunca.

 

Alcanzo

las primeras arenas

a fuerza de coraje

no huyo del mar

lo abandono.

Incendio el mar.

Abro caminos

en los pantanos.

 

Busco

entre las fieras

un destino.

Mejor no tener nada.

Mejor

andar por la vida

como si el mundo

nos perteneciese.

Pisar aquí y allá

quedarse siempre

en el mismo sitio

y volar.

 

Miguel Oscar Menassa

Del libro: “La poesía y yo”

Cuadro de Miguel O. Menassa


miércoles, 21 de agosto de 2024

CUANDO SEA MI VIDA...

 


CUANDO SEA MI VIDA…

 

Cuando sea mi vida,

toda clara y ligera

como un buen río

que corre alegremente

a la mar,

a la mar ignota

que espera

llena de sol y de canción.

Y cuando brote en mi

corazón la primavera

serás tú, vida mía,

la inspiración

de minueto poema.

Una canción de paz y amor

al ritmo de la sangre

que corre por las venas.

Una canción de amor y paz.

Tan solo de dulces cosas y palabras.

Mientras,

mientras, guarda la llave de oro

de mis versos

entre tus joyas.

Guárdala y espera.

 

Antonio Machado

Cuadro: "Tertulia a orillas del Duero" de Miguel O. Menassa

lunes, 19 de agosto de 2024

LOS IMPOSIBLES PÁJAROS - III - 1

 


LOS IMPOSIBLES PÁJAROS

 

III

1

Con el amor hay que morir a solas.

Roque Esteban Scarpa

 

Crees llegar a mí diariamente

con tu voz exterior, como paisaje

sin sol, sin luz, indiferente hielo,

con palabras extrañas a mi sangre

como árboles que flotan sin raíces.

 

Crees llegar a mí. Tu voz diaria

apenas hiedra desraizada cubre

la inmóvil superficie del silencio

donde la sangre guarda en su espesura

como un sordo clamor de oculto río,

la roca en que estrellar toda su fuerza,

su apasionado vértigo de ti.

 

Porque llegas a mí tan diferente…

por invisibles sendas tan distintas…

Aquí, en el fondo oscuro

de esta gruta animal que el hombre lleva

cavada por la mano del instinto,

aquí donde resuella el toro turbio

de la pasión, me llega tu presencia

como rumor de ofidio en los helechos,

entre las ramas frescas de una selva

de incontenible amor.

 

No comprenderás nunca.

Porque te dije que el amor no es esto

y que cruzo unos yermos ateridos

que son –sí que lo sabe—hoy mi vida,

sin esperar sus fuentes, dulces, claras.

Ni aun ese doloroso amor conozco

si no lo es este extraño despeñarse

por el ciego deseo de tu cuerpo.

 

Mas no comprenderás. Y no me quejo.

No mío: de los hombres todos, este

destino sordo es. Como fantasmas,

por la noche del mundo errantes cruzan,

hasta el hueso colmados de pasiones

inconfesadas, de errabundos sueños

o encadenados ángeles que claman

en el silencio oscuro de los seres,

donde el hombre es el pozo de sí mismo.

Los unos de los otros ignorados,

habitados de inútiles hogueras

donde cual propia leña se consumen.

 

Un hombre es como un vasto continente

ignoto. Por sus pálidas orillas

otros seres discurren, tan extraños,

y un mar de tedio y llanto va a sus playas

en diaria y estúpida costumbre.

 

Cada hombre clama solo su amargura,

las interiores cárceles de su alma.

Lejanos habitantes de otros mundos

pasan cerca, se cruzan, ciegamente.

 

Se muere a solas, sí. A solas se agoniza

frente a la Eternidad,

bajo su gigantesca mano oscura:

la nunca seca fuente de los siglos.

 

Allí las solas tierras de cada hombre

serán todas sustancia de la Nada.

 

Leopoldo de Luis

Cuadro de Miguel Oscar Menassa

 

miércoles, 14 de agosto de 2024

SOBRE LA TIERRA AMARGA, CAMINOS TIENE EL SUEÑO...

 

SOBRE LA TIERRA AMARGA, CAMINOS TIENE EL SUEÑO…

 

Sobre la tierra amarga, caminos tiene el sueño

laberínticos, sendas tortuosas,

parques en flor y en sombra y en silencio;

criptas hondas, escalas sobre estrellas;

retablos de esperanzas y recuerdos.

Figurillas que pasan y sonríen

-juguetes melancólicos de viejo-;

 

imágenes amigas,

a la vuelta florida del sendero,

y quimeras rosadas

que hacen camino… lejos…

 

Antonio Machado

Cuadro: "La rueca del destino" de Miguel Oscar Menassa

 

 

 

domingo, 11 de agosto de 2024

HÚMEDO ESTÁ, BAJO EL LAUREL, EL BANCO...

 

HÚMEDO ESTÁ, BAJO EL LAUREL, EL BANCO…

 

Húmedo está, bajo el laurel, el banco

de verdinosa piedra;

lavó la lluvia, sobre el muro blanco,

las empolvadas hojas de la yedra.

 

Del viento del otoño el tibio aliento

los céspedes ondula, y la alameda

conversa con el viento…,

¡el viento de la tarde en la arboleda!

 

Mientras el sol en el ocaso esplende

que los racimos de la vid orea,

y el buen burgués, en su balcón, enciende

la estoica pipa que el tabaco humea,

 

voy recordando versos juveniles…

¿Qué fue de aquel mi corazón –sonoro?

¿Será cierto que os vais, sombras gentiles,

huyendo entre los árboles de oro?

 

Antonio Machado

Cuadro de Miguel Oscar Menassa

 

viernes, 9 de agosto de 2024

ES UNA ANTORCHA AL AIRE ESTA PALMERA...

 

ES UNA ANTORCHA AL AIRE ESTA PALMERA…

 

Es una antorcha al aire esta palmera,

verde llama que busca al sol desnudo

para beberle sangre; en cada nudo

de su tronco cuajó una primavera.

 

Sin bretes ni eslabones, altanera

y erguida, pisa el yermo seco y rudo;

para la miel del cielo es un embudo

la copa de sus venas, sin madera.

 

No se retuerce ni se quiebra al suelo;

no hay sombra en su follaje; es luz cuajada

que en ofrenda de amor se alarga al cielo;

 

La sangre de un volcán que enamorada

del padre sol se revistió de anhelo

y se ofrece, columna, a su morada.

 

Miguel de Unamuno

Cuadro de Miguel Oscar Menassa

jueves, 8 de agosto de 2024

EL DESPERTAR

 

EL DESPERTAR

A León Ostrov

 

Señor.

La jaula se ha vuelto pájaro

y se ha volado

y mi corazón está loco

porque aúlla a la muerte

y sonríe detrás del viento

a mis delirios.

 

Qué haré con el miedo.

Qué haré con el miedo.

 

Ya no baila la luz en mi sonrisa

ni las estaciones queman palomas en mis ideas.

Mis manos se han desnudado

y se han ido donde la muerte

enseña a vivir a los muertos.

 

Señor

El aire me castiga el ser

Detrás del aire hay monstruos

que bebe  de mi sangre.

 

Es el desastre.

Es la hora del vacío no vacío.

Es el instante de poner cerrojo a los labios

oír a los condenados gritar

contemplar a cada uno de mis nombres

ahorcados en la nada.

 

Señor

Tengo veinte años

También mis ojos tienen veinte años

y sin embargo no dicen nada

 

Señor

He consumado mi vida en un instante

La última inocencia estalló

Ahora es nunca o jamás

o simplemente fue

 

¿Cómo no me suicido frente a un espejo

y desaparezco para reaparecer en el mar

donde un gran barco me esperaría

con las luces encendidas?

 

¿Cómo no me extraigo las venas

y hago con ellas una escala

para huir al otro lado de la noche?

 

El principio ha dado a luz el final

Todo continuará igual

Las sonrisas gastadas

El interés interesado

Las preguntas de piedra en piedra.

Las gesticulaciones que remedan amor

Todo continuará igual

 

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo

porque aún no les enseñaron

que ya es demasiado tarde

 

Señor

Arroja los féretros de mi sangre

 

Recuerdo mi niñez

cuando yo era una anciana

Las flores morían en mis manos p

orque la danza salvaje de la alegría

les destruía el corazón

 

Recuerdo las negras mañanas de sol

cuando era niña

es decir ayer

es decir hace siglos

 

Señor

La jaula se ha vuelto pájaro

y ha devorado mis esperanzas

 

Señor

La jaula se ha vuelto pájaro 

Que haré con el miedo

 

Alejandra Pizarnik

Caudro de Miguel Oscar Menassa