DIÁLOGO PERDIDO
(Entre Don Quijote y Sancho)
Todos andan buscando, Sancho una paloma por el mundo y nadie la encuentra.
-Pero, que paloma es la que
buscan?
–Es una paloma blanca que
lleva en el pico último rayo amoroso de luz que queda ya sobre la tierra.
–Como la golondrina de
Tristán.-
Eso, como la golondrina de
Tristán. Bien te acuerdas, Sancho.
Aquel cabello dorado de
Isolda que dejo caer la golondrina sobre el hombro cansado del Rey
era el rayo de amor que
andaba buscando el hombre sobre la tierra,
pero no es esto…
hay otra definición;
te lo explicaré mejor:
esa paloma que andan buscando
es aquella que una vez se
le posó en la cabeza
a un pobre Nazareno en el
Jordán;
aquello sí fue un buen
juego de prestidigitación:
un hombre sencillo entra a
bañarse en el Jordán.
Se le posa una paloma
blanca sobre la cabeza
y sale de las aguas
convertido en el hijo de
la Luz
en el hijo de Dios
en el hijo del Hombre.
Y aquel juego se hizo sin
trucos y sin trampas
por eso fue un gran milagro.
¡El Gran Milagro del
Mundo!
Desde entonces
el hombre vale más…
y desde entonces todos
andan buscando esa paloma
para que se haga otra vez
el Milagro…
¡Y el Hombre valga más!
León Felipe
Cuadro: "Habitantes del tiempo" de Miguel O. Menassa
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