SILENCIO DE METAL TRISTE Y SONORO…
Silencio de metal triste y
sonoro,
espadas congregando con
amores
en el final de huesos destructores
de la región volcánica del
toro.
Una humedad de femenino
oro
que olió puso en su sangre
resplandores,
y refugió un bramido entre
las flores
como un huracanado y vasto
lloro.
De amorosas y cálidas cornadas
cubriendo está los
trebolares tiernos
con el dolor de mil
enamorados.
Bajo su piel las furias
refugiadas
son en el nacimiento de
sus cuernos
pensamientos de muerte
edificados.
Miguel Hernández
Cuadro: "Hay que buscarlo" de Miguel O. Menassa
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