SERENIDAD
Aquí, a la sombra de los
pinos viejos,
descanso al repechar de de
la vereda,
quiero, mientras murmura
el agua leda,
meditar la razón de tus
consejos.
Transida el alma está de
amargos dejos.
Sendero de dulzor o ruta
aceda,
¿quién hay, humano que
decimos pueda
la dicha o el dolor que
aguardan lejos?
De sol, silencio y soledad
cercado,
huidera la pasión, la
razón quieta,
lo más puro del alma se
destila;
y el hombre, de sí mismo
enajenado,
siente latir el ansia más
secreta
y oye cantar el bronce de
su esquila.
Enrique Molina
Cuadro: "Enamoramiento" de Miguel O. Menassa
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