jueves, 28 de julio de 2022

PENÚLTIMA ESTACIÓN

 


PENÚLTIMA ESTACIÓN

 

 

He aquí helados, cristalinos,

sobre el virginal regazo,

muertos ya para el abrazo,

aquellos miembros divinos.

Huyeron los asesinos.

Qué soledad sin colores.

0h, madre mía, no llores.

Cómo lloraba María.

La llaman desde aquel día

la Virgen de los Dolores.

 

¿Quién fue el escultor que pudo

dar morbidez al marfil?

¿Quién apuró su buril

en el prodigio desnudo?

Yo, Madre mía, fui el rudo

artífice, fui el profano

que modelé con mi mano

ese triunfo de la muerte

sobre el cual tu piedad vierte

cálidas perlas en vano.

 

Gerardo Diego

Cuadro: Jardín de otoño de Vincent Van Gogh

 

 

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