CULTIVARSE NO ES CULTIVAR
La fosforera de la esquna cultiva calderilla, vende leña
con sus guantes de farola y cuenta cerillas
esperando compañía.
El pastor de mi tierra cultiva entre melodías y mantecadas
poemas, sin patria ni bandera,
cantando las aventuras nuevas.
Sin embargo en mi barrio
la locura cultiva las esquinas del planeta.
El maestro llega al poblado y hace de la piedra escuela,
el pajar es ahora un vergel de preguntas,
marionetas y aviones de papel tiemblan del pupitre
a la pizarra, como golondrinas que libres vuelan.
¡¡Padre, madre, hoy aprendí las vocales del amor
y las consonantes de la muerte!!
La tabla del lavadero también sirve para cantar,
las estaciones siempre vuelven y aprender a sumar
es cosa de sabios.
Hoy cultivé una flora de harina
y comieron los gorriones en mis manos.
Cultivar el olvido sentado y lanzando una moneda al tablero
saltar cual caballo, dos pasos y uno a lado.
Cultivarse en la sombra y si los dioses quieren tormenta,
cultivar bajo tierra gusanos de seda,
mariposas para enamorados y en la división del trabajo
cultivar la fórmula de la multiplicación.
Cultivar no asegura el trigo. Cultivarse permite el pan.
Carlos Fernández del Ganso
Del libro: "La máquina del tiempo"
Cuadro: "El trabajo es un don" de Miguel Oscar Menassa
No hay comentarios:
Publicar un comentario