ESTA PIEL
AFERRADA A OTRA PIEL
Deletreo
un incesante ritmo cavernoso
conspicuo
habitante de un lugar remotocomo el amplio universo.
Piedra incandescente descendiendo en el tiempo
atravesando el cerebro, urdiendo mil silencios
bosque de nervios, raíces delicadas
piedra que se incrusta debajo de la nuca
y desde allí resplandece
como una lámpara en la oscuridad incierta
de tus brazos, de tus labios abiertos
como oquedades infinitas.
Oh agujero, donde el viento se extravía
se coloca en la nuca
aquí entre la piel y el cerebro
aquí, en esta oscuridad de vértigo
donde las órbitas espesas
me miran y su angustia me traspasa.
Me atrapa los labios
y mi boca sólo es un agujero para cantar,
para dejar salir desde las tiernas oquedades
este incesante ritmo cavernoso
esta piel aferrada a otra piel.
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