EL PARO
De repente sentimos que
este mundo
con tanto esfuerzo nuestro
levantadoes un montón de arena solamente
y que se nos deshace entre las manos.
de construir tenazmente a diario
los cimientos, los muros, la techumbre
con material de amor y de cansancio,
y el corazón poniéndolo muy alto
y venciendo al abrir cada mañana
la puerta de la calle el miedo, el pánico
descansa solamente en nuestros brazos,
venciendo cada noche a los fantasmas
de la desilusión y el desencanto.
la resistencia de una rama de árbol.
Esta casa de arena puede un día
de repente venírsenos abajo.
a merced de que sople un viento airado
y alise cruelmente los relieves
que en ilusión y tiempo moldeamos.
ciegas. Imaginad, imaginaos
que escribimos en páginas de aire,
que el agua en una cesta atesoramos.
realidades queridas. Es el tacto
de la arena insegura lo que llega
a nuestro corazón. Ahora besamos
mar de amargura y gota de entusiasmo
y es un sabor de arena lo que el beso
pone en la superficie de los labios.
antes que por huir en tiempo y llanto,
por esta vacilante arquitectura
de amor y dolor en que habitamos.
"Juego limpio"
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