viernes, 25 de septiembre de 2015

Poema publicado en la revista nº 5 - Balcones de poesía y luna


NOS ENCONTRAMOS AYER

Encuentro con relojes blandos y perfumes inesperados hasta el alba.
Relámpagos movían las cortinas del cuarto y encendían espejos.
Después venían los rituales y quedaban tirados por el suelo
encajes interiores marcando rutas de desvíos,
desconocidos destinos de los cuerpos.

Eran como trapos arrojados al azar
para alcanzar alguna desnudez
que no indicaba el desmayo final o la incierta escritura de dos vidas
que entraban dentro de un paréntesis.

Burbuja con la mora prometida del Jardín alucinado,
y sospechas de una eternidad interrumpida
por los ruidos del ambiente que distorsionaban las promesas.
Alas para volar y la burbuja navegaba espacios porque era su destino
desplazarse y perder la apariencia hasta el próximo encuentro.

Después venían de nuevo los perfumes,
y el agua resbalando por el cuerpo,
y los trapos adquirían su importancia de sedas y algodón ,
y peines y zapatos
y aquel recuerdo inevitable del mundo que nos esperaba
a la salida de ese sueño,
para volver a ser aquellos
que tampoco éramos.

Norma Menassa

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