lunes, 5 de mayo de 2014

Poema leído en el taller 27 de diciembre de 2013

ESPERGESIA

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que soy malo; y no saben
del Diciembre de ese Enero.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hay un vacío
en mi aire metafísico
que nadie ha de palpar:
el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hermano, escucha, escucha…
bueno. Y que no me vaya
sin llevar diciembres,
sin dejar eneros.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que mastico… y no saben
por qué en mi verso chirrian,
oscuro sinsabor de féretro,
huyidos vientos
desenroscados de la Esfinge
preguntona del Destierro.

Todos saben… y no saben
que la Luz es tísica,
y la Sobra gorda…
y no saben que el Misterio sintetiza…
que él es la joroba
musical y triste que a distancia denuncia
el paso meridiano de las lindes a las Lindes.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo,
grave.

César Vallejo
Perú 1892-1938
De “Canciones del Hogar”


No hay comentarios:

Publicar un comentario