sábado, 26 de enero de 2013

Poema leído en el taller,20 de enero de 2013

Iglesia Abandonada

( BALADA DE LA GRAN GUERRA)


Yo tenía un hijo que se llamaba Juan.
Yo tenía un hijo.
Se perdió por los arcos un viernes de todos los muertos.
Lo vi jugar en las últimas escaleras de la misa,
y echaba un cubito de hojalata en el corazón del sacerdote.
He golpeado los ataúdes. ¡Mi hijo! ¡Mi hijo! ¡Mi hijo!
Saqué una para de gallina por detrás de la luna, y luego,
Comprendí que mi niña era un pez
Por donde se alejan las carretas.
Yo tenía una niña.
Yo tenía un pez muerto bajo la ceniza de los incensarios.
Yo tenía un mar. ¿De qué? ¡Dios mío! ¡Un mar!
Subí a tocar las campanas pero las frutas tenían gusanos
Y las cerillas apagadas
Se comían los trigos de la primavera.
Yo vi la transparente cigüeña de alcohol
Mondar las negras cabezas de los soldados agonizantes
Y vi las cabañas de goma
Donde giraban las copas llenas de lágrimas.
En las anémonas del ofertorio te encontraré ¡corazón mío!
Cuando el sacerdote levante la mula y el buey con sus fuertes
[brazos,
Para espantar los sapos nocturnos que rondan los helados pai-
           [sajes del cáliz.
Yo tenía un hijo que era un gigante,
Pero los muertos son más fuertes y saben devorar pedazos de
[cielo.
Si mi niño hubiera sido un oso,
Yo no temería el sigilo de los caimanes,
Ni hubiese visto el mar amarrado a los árboles
Para ser fornicado y herido por el tropel de los regimiento.
¡Si mi niño hubiera sido un oso!
Me envolveré sobre esta lona dura para no sentir el frío de los
[musgos.
Sé muy bien que me darán una manga o la corbata;
Pero en el centro de la misa yo romperé el timón y entonces
Vendrá a la piedra la locura de pingüinos y gaviotas
Que harán decir a los que duermen y a los que cantan  por las
[esquinas.
El tenía un hijo.
¡Un hijo! ¡Un hijo! ¡Un hijo!
Que no era más que suyo, porque era su hijo!
¡Su hijo! ¡Su hijo! ¡Su hijo!

Federico García Lorca
Del libro "Poeta en Nueva York"
Poema leído por Gloria Gómez

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