martes, 27 de noviembre de 2012

POEMA RECITADO EN EL TALLER DEL DOMINGO DÍA 18-11-2012

FOSFORESCENCIA

Una noche miré muy asustado,
señor, en el collado
del viejo cementerio, algunas luces
chispeando entre los altos mostazales,
de cuyos matorrales
salían al contorno de las cruces.

Yo a solas regresaba del molino
por el largo camino,
y la noche, señor, qué oscura estaba;
¡y más miedo me daba cuando oía
la algazara que hacía
el perro de una choza, que aullaba!

¡Qué miedo, uf! ¡Casi lloro! ¡Muchos cuentan,
señor, que se presentan
ahí en la noche y a avanzadas horas
los muertos alumbrándose con ceras!
Señor, ¿será de veras?
- Mienten, hijo. Son cosas que tú ignoras.

Esas luces que viste y te asombraron,
son gases que exhalaron
los huesos del cadáver ya podrido,
como el hedor que sale de un pantano;
y ese vapor insano
está en nuestro esqueleto contenido.

Ese gas es el fósforo, que cuando
se va el cuerpo dañando,
sale y arde en el aire más sombrío.
¿Escuchaste? Desde hoy no temas nada
cuando esa llamarada
en el panteón la veas, hijo mío.

Un poema de César Vallejo

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