UNA
SEÑORA DE CASI CUALQUIER EDAD
Estaba
hecha de recortes viejos,
una
vieja moral,
una
vieja manera de enjuagar su alma
en
conversaciones insulsas,
una
manera de hablar
como
su tía abuela por parte de madre,
y
esa forma de enamorarse a la vieja usanza:
a
distancia, en silencio, con una devoción
y
entrega poco apropiada para una humana.
Amelia
Díez Cuesta
Cuadro: "Ella y su deseo" Miguel Oscar Menassa
No hay comentarios:
Publicar un comentario