miércoles, 30 de julio de 2014

Verano 2014


TREINTA SEGUNDOS CON LA REALIDAD

Una mujer que ha llorado copiosamente; blanda
y triste, vuelve al rincón más lindo de su infancia.

Un hombre puede tener certidumbre o desinterés: es
un episodio intrancesdente, la mujer no es demasiado codiciable;
y además hay mucha gente aglomerada que conversa en otros idiomas
y no escucha y es difícil de entender.

Están apurados estos señores. Están
locos o confundidos: se van quedando sin tiempo, sin ganas,
sin plafond para nuestro cansancio;

el camino del ocio
no debe estar por allí; por otro lado se llega
a la realidad, al llanto, al amor. De otra manera
se combate, por otra inocencia se respira
y las cosas empiezan a cambiar.

La mujer grita en el desierto, en los techos; el cielo se derrumba
y aleja el dinero y la suerte; aplasta el temblor. Su gemido
va rompiendo el entusiasmo, la noche distraída.

Francisco Urondo
Argentina 1930-1976

No hay comentarios:

Publicar un comentario