martes, 5 de noviembre de 2013

Coplas Elegíacas

¡Ay del que llega sediento
a ver el agua correr,
y dice: la sed que siento
no me la calma el beber!
   ¡Ay de quien bebe y, saciada
la sed, desprecia la vida;
moneda al tahúr prestada,
que sea el azar rendida!
   Del iluso que suspira
bajo el orden soberano,
y del que sueña la lira
pitagórica en su mano.
   ¡Ay del noble peregrino
que se para a meditar,
después de largo camino,
en el horror de llegar!
   ¡Ay de la melancolía
que llorando se consuela,
y de la melomanía
de un corazón de zarzuela!
   ¡Ay de nuestro ruiseñor,
si en una noche serena
se cura del mal de amor
que llora y canta sin pena!
   ¡De los jardines secretos,
de los pensiles soñados,
y de los sueños poblados
de propósitos discretos!
   ¡Ay del galán sin fortuna
que ronda ala luna bella;
de cuantos caen de la luna,
de cuantos se marchan a ella!
   ¡De quien el fruto prendido
en la rama no alcanzó,
de quien el fruto ha mordido
y el gusto amargo probó!
   ¡Y de nuestro amor primero
y de su fe mal pagada,
y, también, del verdadero
amante de nuestra amada!

Antonio Machado
Poema leído por Esther Núñez

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