NIEVE
La nieve empezó a caer a
medianoche. Y es verdad
que donde se está mejor es
sentado en la cocina
aunque sea la cocina del
insomnio.
Allí hace calor, te
preparas algo, bebes vino
y miras por la ventana la eternidad
familiar.
Por qué ibas a torturarte
por saber si nacimiento y muerte
son solo puntos,
puesto que la vida no es
una línea recta.
Por que ibas a
atormentarte al ver el calendario
y a preocuparte por el
valor que está en juego.
¿Y por qué ibas a admitir que
no tienes
ni para zapatos para
Saskia?
¿Y por qué ibas a
envanecerte
de que sufres más que los
demás?
Aunque en la tierra no
existiera el silencio
ese nevar lo habría
inventado ya en su sueño.
Estás solo. Ningún gesto. Nada
de qué hacer gala”.
Vladimir Holan
Chequia, 1905