viernes, 30 de mayo de 2025

ADIÓS, PUES

 




ADIÓS, PUES

 

Adiós, pues el poeta ha de seguir viajando.

Y si mi amor os desgarra al romperse,

ese es el sonido, fuerte, de la libertad,

ruido de cadenas haciéndose pedazos.

 

Adiós, pues ya he estado aquí, en mi sitio.

Y os entregué mi amor, mi cuerpo hecho pedazos,

la voz clarividente de mis versos

y esa mirada mía, abierta al universo.

 

Adiós, pues el poeta ha de seguir viajando

y como alguien me ha amado en este pueblo

y como alguien, seguramente, alguno me ha mirado,

 

no lo pienso más, antes de irme,

antes de comenzar la nueva travesía,

toco esos labios, beso esa soledad.

 

Miguel Oscar Menassa

Cuadro: "Observando la experiencia" de Miguel Oscar Menassa

 

miércoles, 28 de mayo de 2025

LA SOLEDAD O ELLA

 


LA SOLEDAD O ELLA

 

Ella abre sus brazos al horizonte

pero el mar es tan grande

que sólo una gaviota la atraviesa

 

ella abre sus brazos al mundo

abre sus brazos pero es tan grande el dolor

que sólo se acercan los niños

 

ella abre los brazos a la oscuridad

abre los brazos pero no viene nadie

y entonces el hombre que la habita fuma

y la hace toser.

 

Raul Gustavo Aguirre

Cuadro: "Solo es imposible" de Miguel Oscar Menassa

 

martes, 27 de mayo de 2025

LA VUELTA AL PAGO

 


LA VUELTA AL PAGO

 

No quiero volver

a ese lugar

intransitable

y escuálido donde todo parece dormido.

 

Quiero calor,

dolor; sin soledades

sentir

alegría, a pesar de todo.

 

No quiero ausencias,

ni lágrimas. No me gustan

las madres, ni las caricias, ni los buenos entendidos

fortunas quietas, venturas inanimadas:

llegar de otros lugares,

para volver. Regresar

a mi punto de partida,

verterme  como una jarra seca y consecuente.

 

No quiero seguir durmiendo

junto a esa fuente

que ninguna sed calma. Propongo

vivir sin dominios, simplemente.

 

No tengo ganas de regresar,

que mi santo sepulcro no pretenda esperarme. Quiero

inventarlo a último momento,

sin pensar demasiado, sin mucho rencor,

cuando sea necesario.

 

Francisco Urondo

Cuadro: "De vuela al hogar" de Miguel Oscar Menassa

 

 

miércoles, 21 de mayo de 2025

MUNDO DE SIETE POZOS

 


MUNDO DE SIETE POZOS

 

Se balancea,

arriba, sobre el cuello,

el mundo de las siete puertas:

la humana cabeza…

 

Redonda, como dos planetas:

arde en su centro

el núcleo primero.

Ósea la corteza;

sobre ella el limo dérmico

sembrado

del bosque espeso de la cabellera.

 

Desde el núcleo

en marchas

absolutas y azules,

asciende el agua de la mirada

y abre las suaves puertas

de los ojos como mares en la tierra.

…tan quietas

esas mansas aguas de Dios

que sobre ellas

mariposas e insectos de oro

se balancean.

 

Y las otras dos puertas:

las antenas acurrucadas

en las catacumbas que inician las orejas;

pozos de sonidos,

caracoles de nácar donde resuena

la palabra expresada

y la no expresa;

tubos colocados a derecha e izquierda

 

para que el mar no calle nunca,

y el ala mecánica de los mundos

rumorosa sea.

 

Y la montaña alzada

sobre la línea ecuatorial de la cabeza:

la nariz de batientes de cera

por donde comienza

a callarse el color de vida;

las dos puertas

por donde adelanta

–flores, ramas y frutas—

la serpentina olorosa de la primavera.

 

Y el cráter de la boca

de bordes ardidos

y paredes calcinadas y resecas;

el cráter que arroja

el azufre de las palabras violentas,

el humo denso que viene

del corazón y su tormenta;

la puerta

en corales labrada suntuosos

por donde engulle, la bestia,

y el ángel canta y sonríe

y el volcán humano desconcierta.

 

Se balancea,

arriba

sobre el cuello,

el mundo de los siete pozos:

la humana cabeza.

 

Y se abren praderas rosadas

en sus valles de seda:

las mejillas musgosas.

 

Y riel

sobre la comba de la frente,

desierto blanco,

la luz lejana de una luna muerta…

 

Alfonsina Storni

Cuadro: "Como vientos insondables" de Miguel Oscar Menassa 

martes, 20 de mayo de 2025

SECRETO DE FAMILIA

 


SECRETO DE FAMILIA

 

Soñé con un perro

con un perro desollado

cantaba su cuerpo su cuerpo rojo silbaba

pregunté al otro

al que apaga la luz al carnicero

que ha sucedido

por qué estamos a oscuras  

 

es un sueño estás sola

no hay otro

la luz no existe

tú eres el perro tú eres la flor que ladra

afila dulcemente tu lengua

tu dulce negra lengua de cuatro patas

 

la piel del hombre se quema con el sueño

arde desaparece la piel humana

sólo la roja pulpa del can es limpia

la verdadera luz habita su legaña

tú eres el perro

tú eres el desollado can de cada noche

sueña contigo misma y basta.

 

Blanca Varela

Cuadfro: "El día de la boda" de Miguel Oscar Menassa

lunes, 19 de mayo de 2025

MOMENTO DE ARMONÍA

 


MOMENTO DE ARMONÍA

 

Al día siguiente del día siguiente

El ocaso era tan familiar como un susurro de cabellos desesperados

Era tan tibio como una corbata

Frente a la tierra que no sabe encerrarse

Y que nunca ha podido desprenderse de sus ruidos

Ni aún en la noche que se suspende como el aliento

Ni en ese minuto de la tarde ese minuto de cuatro metros

Semejante a un anciano que de repente se llena de infinito

 

Al día siguiente de la paloma siguiente

Te dije que eras una lluvia para apresurar el tiempo

Te dije que tenías una sonrisa de viento oscurecido

También sé que estás entregada en manos de ciertos astros

Con el agrado de los ojos que te rodean

Pero cuando venga el día de la distancia y de su propio fondo

Entonces hablaremos

Yo sé que el mar te distingue y te prefiere

Que ves tus lámparas tranquilas bajo la piel y tus fuentes de mirajes

Ese estanque dormido que crea tu persona

 

Y hasta esas hierbas que hacer nacer en mi corazón

Al día siguiente del color siguiente

Hallaste cosas de árbol y de emblemas de vidrio con luces guardadas

Seguramente lejanas como la pequeña arena en los pies de los niños

Mordiste el vacío enamorado de sus actitudes

Más grande que nuestros dos fantasmas juntos

Más poderoso que mis ojos concentrados en tu cuerpo

Y aún que el día preocupado de tus manos

De tu color que crece como una campanada

De tus palabras rodeadas de palomas de tu luz de carne y hueso tu luz

En sus anhelos de saber andar y de poder morirse

Para angustiar al tiempo ajeno a las estrellas

 

Al día siguiente del año siguiente

Te entregaste al olvido como un río que divisa su agonía

 

Que ve venir la muerte y le sale al encuentro

Cerrando los párpados para no arrepentirse a tiempo

 

Vicente Huidobro

Cuadro: "Navegábamos"  de Miguel Oscar Menassa

domingo, 18 de mayo de 2025

SE LEVANTA EN LA NOCHE Y ANDA

 


SE LEVANTA EN LA

NOCHE Y ANDA

 

“La aflicción mayor es la del porvenir traicionado”

Gaston Bachelar

 

“Ojalá nos hubieran devorado los monos

bajo el ácido aliento de aquella callejuela del mercado,

en el amanecer húmero y gris”.

“Ojalá nos hubiéramos envenenado con aquellas almendras

                                                                                           (tan amargas,

mientras brillaba como nunca el sol”.

“Ojalá te comieran el corazón los perros todavía,

bien lejos, amor mío,

los perros en la noche que apartó de mí”

¿Quién maldice en voz baja?

¿Quién susurra como nodriza loca entre los aleteos de la (oscuridad?.

Es alguien que se levanta a tientas y empieza a caminar (entre los muertos;

alguien que roza un trapo o que pisa una sombra con un (escalofrío.

El lugar está lleno de trastos, de alimañas y de polvo

(insistente por todos los rincones.

No hay sitio ni para una moneda por aquí.

Pero ella vuelve del revés los días, revisa los agujeros de (las noches

hasta el vacío del final.

Una vez más aún, una vez más busca entre vidrios rotos

la (llave del error,

entre cuentas vencidas la cifra del fracaso,

entre ataduras sueltas el nudo del adiós.

¡Ah memoria, memoria

cuando apilabas sólo encantamientos de hoy para mañana

y (después de mañana,

tenías las manos fervorosas y los ojos de transparente miel!

Mamá, papá, no me miren ahora desde allá, desde entonces,

como si mi destino estuviera anunciado por la fulguración de

(las estrellas, como si fuera el ángel del futuro esplendor.

Sí, sí, todo estaba teñido con el color de los paraísos prometidos

y yo era como el sueño de la más absoluta, la más incorruptible.

(de las primaveras.

Julieta suspendida del canto del ruiseñor hasta el veneno,

cada encuentro en el filo del cuchillo y cada cielo en ascuas:

el imposible triunfo del amor que siempre se traiciona.

Mamá, papá, recogieron los dados.

No seré ni siquiera como el punto luminoso de Keops para el (amante,

ni mi ausencia será tiniebla sin remedio para nadie hasta el

(juicio final.

Pero bórrate ya, espejo infamatorio, espejo usurpador,

¿acaso hay alguien más infeliz que yo en este inalterable,

(mutilado universo?

“Te pertenezco”, dijo. “¿Tanto como lo ojos que no ves,

como la voz que clama en el desierto?”, dije.

“Tanto como tú misma. Tanto como el lugar del bien perdido.

Pero ésta es una historia para después del mundo, dijo.

¡Ah memoria, memoria,

tienes las manos frías y la mirada oscura de los que vuelven (desde nunca! Llevemos, de todos modos, esas habitaciones abismales,

esos parques con lluvia y aquel muelle donde sólo es verano.

No dejemos caer lámparas guardianas ni las caras tan frágiles:

pongamos en esta misma sal lo besos, los adioses, los retornos;

guardemos cada piedra, cada sol, cada lágrima.

Y así, paso por paso, año tras año, hemos forzado el tiempo

reavivando el pasado boca a boca con el vino vertiginoso del (porvenir

hasta ver el presente posado aquí o allá como un pájaro ciego.

Fue un incesante y arduo traslado subterráneo.

Ahora estamos cerca del final, de cara contra el muro que no cede.

Han caído ciudades; han pasado dinastías de hormigas.

Todos estos escombros han sido removidos, triturados,

(confundidos,

sin ninguna piedad, sin ninguna esperanza.

¡Ah memoria, memoria,

nos hemos deslizado varias veces por los alrededores de la (eternidad,

donde alguien nos estará esperando cualquier día, “para después

(del mundo”, como dijo!

Entonces ella se alza entre ráfagas frías y turbios remolinos

igual que las mendigas destempladas de los basurales,

y tropieza y escarba y maldice tu sombra todavía:

“¡Ojalá te comieran el corazón,

ya frío,

los perros en la noche que te alejó de mï”.

 

Olga Orozco

Cuadro:"Un brillo especial" de Miguel Oscar Menassa

 

jueves, 8 de mayo de 2025

ELLA VENDRÁ, SALADAMENTE HÚMEDA...



ELLA VENDRÁ, SALADAMENTE HÚMEDA…


 

Ella vendrá, saladamente húmeda,

tenuemente velada

por el polvo de agua que liberan

las olas al romper.

 

Uno por uno, intento

ir forzando los límites. Y espero.

No sé que espero, ni por qué. Es un modo

de reclamar mi parte de aventura.

 

Ella vendrá. Vendrá desde la noche.

Como un débil galope que se acerca.

Como el recuerdo de una risa. Como

el eco de las voces que, otros tiempos,

habitaron la casa abandonada.

Ella vendrá. Yo creo en el misterio.

 

La fe en lo transparente, en lo que existe

alrededor de la materia; el vago

presentimiento ilógico; el deseo

me salvará. Yo creo

en la otra mitad de lo visible.

 

Ella vendrá, saliendo del espejo.

Sonriendo desde un retrato antiguo.

Será un leve crujido en la escalera,

el ruido de unos pasos por el techo,

una cortina que se mueve, un vaso

de cristal que se rompe sin tocarlo.

 

Ella vendrá, como una paz lejana.

Vendrá como un aroma

de vaguadas y montes, cabalgando

a lomos de la tarde.

Ella vendrá al final, no sé por dónde;

tal vez por el atajo

de alguna dimensión desconocida.

 

Ser hombre es resistirse.

Ser hombre es cometer, conscientemente,

un pecado de lesa desmesura.

Ser hombre es ser testigo de lo absurdo.

 

Ella vendrá, engarzada de una chispa

de pedernal. Abriendo paso al rayo.

Deslumbrante en la proa

de una infinita luz que se aproxima.

 

Rafael Guillén

Cuadro: "Hasta encontrarse con este movimiento" de Miguel Oscar Menassa



 

 

 


miércoles, 7 de mayo de 2025

CANSANCIO

 




CANSANCIO

 

 

CANSADO

¡Si!

Cansado

de usar un solo brazo,

dos labios,

veinte dedos,

no sé cuántas palabras,

no sé cuántos recuerdos,

grisáceos,

fragmentarios.

 

Cansado,

muy cansado, de este frío esqueleto,

tan púdico, tan casto,

que cuando se desnude

no sabré si es el mismo

que usé mientras vivía.

 

Cansado.

¡Sí!

Cansado por carecer de antenas,

de un ojo en cada omóplato

y de una cola auténtica,

alegre,

desatada,

y no este rabo hipócrita,

degenerado,

enano.

 

Cansado,

sobre todo,

de estar siempre conmigo,

de hallarme cada día,

cuando termina el sueño,

allí, donde me encuentre,

con las mismas narices

y con las mismas piernas;

como si no deseara

esperar la rompiente con un cutis de playa,

ofrecer, al rocío, dos senos de magnolia,

acariciar la tierra con un vientre de oruga,

y vivir, unos meses, adentro de una piedra.

 

Oliverio Girondo

Cuadro: "Sin descansar" de Miguel Oscar Menassa

 

 

viernes, 2 de mayo de 2025

POEMA DEDICADO AL GOBIERNO ESPAÑOL

 


POEMA DEDICADO AL GOBIERNO ESPAÑOL


 

Una vez llegué a decirle a una mujer

que mi bolígrafo no tenía ganas de escribir.

Después estando a solas escribí un poema,

pero a máquina.

 

Estoy atado a las consignas del amor,

decía el condenado,

pero estoy en la fábrica.

 

Y esa no es la única vez que me equivoco,

a veces, estoy atado a las consignas de la pobreza

y quiero hacer el amor.

 

Vivo atado a las consignas de la esclavitud

y sólo amo la libertad.

 

Me parto en dos de risa y, después,

vivo partido para siempre.

 

Fui ese soldado que le tocó

hacer la guerra todo el tiempo

y sólo tenía la ilusión de la paz.

 

Y vi caer palomas de la paz

atraídas por el fragor de las batallas

y yo mismo disparé contra palomas falsas

que te hacían creer que la comida era la libertad

o bien, que la libertad y la paz eran posible sin comida.

 

Y hubo días negros, tenebrosos, catástrofes incontables,

donde las palomas de la paz se mataban entre ellas.

 

La paloma, en definitiva, era un pájaro cruel

y por eso fue elegida como símbolo de la paz.

Es capaz de matar por casi nada

a un hermano herido que se declara perdedor.

 

Vivo atado a las consignas de las palomas

y voy por el mundo buscando un ser humano,

alguien que amando la libertad no quiera volar

alguien que al declararse vencido no piense en morir,

 

un hombre, una mujer que amen por amar,

una mujer, un hombre que construyan las sombras

que atraviesen el sol con una lágrima

y rompan las cadenas, del amor, al partir.

 

Miguel Oscar Menassa

Cuadro: "Para que algo nazca" de Miguel Oscar Menassa