A UNA CASA DE ROSA NO TE ACERQUES…
A una casa de rosa no te
acerques
demasiado, que estragos de
una brisa
o el rocío inundándola –una
gota-
abatirán su muro,
amedrentado.
Y atar no intentes a la
mariposa,
ni escalar setos del
arrobamiento.
Hallar descanso en lo
inseguro
está en el mismo ser de la
alegría.
Emyly Dickinson
Cuadro: "Recogimiento" de Miguel O. Menassa
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