lunes, 19 de mayo de 2025

MOMENTO DE ARMONÍA

 


MOMENTO DE ARMONÍA

 

Al día siguiente del día siguiente

El ocaso era tan familiar como un susurro de cabellos desesperados

Era tan tibio como una corbata

Frente a la tierra que no sabe encerrarse

Y que nunca ha podido desprenderse de sus ruidos

Ni aún en la noche que se suspende como el aliento

Ni en ese minuto de la tarde ese minuto de cuatro metros

Semejante a un anciano que de repente se llena de infinito

 

Al día siguiente de la paloma siguiente

Te dije que eras una lluvia para apresurar el tiempo

Te dije que tenías una sonrisa de viento oscurecido

También sé que estás entregada en manos de ciertos astros

Con el agrado de los ojos que te rodean

Pero cuando venga el día de la distancia y de su propio fondo

Entonces hablaremos

Yo sé que el mar te distingue y te prefiere

Que ves tus lámparas tranquilas bajo la piel y tus fuentes de mirajes

Ese estanque dormido que crea tu persona

 

Y hasta esas hierbas que hacer nacer en mi corazón

Al día siguiente del color siguiente

Hallaste cosas de árbol y de emblemas de vidrio con luces guardadas

Seguramente lejanas como la pequeña arena en los pies de los niños

Mordiste el vacío enamorado de sus actitudes

Más grande que nuestros dos fantasmas juntos

Más poderoso que mis ojos concentrados en tu cuerpo

Y aún que el día preocupado de tus manos

De tu color que crece como una campanada

De tus palabras rodeadas de palomas de tu luz de carne y hueso tu luz

En sus anhelos de saber andar y de poder morirse

Para angustiar al tiempo ajeno a las estrellas

 

Al día siguiente del año siguiente

Te entregaste al olvido como un río que divisa su agonía

 

Que ve venir la muerte y le sale al encuentro

Cerrando los párpados para no arrepentirse a tiempo

 

Vicente Huidobro

Cuadro: "Navegábamos"  de Miguel Oscar Menassa

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