A UNAS MANOS
A mi padre
Quisiera
besar esas manos, por el tiempo ajadas
manos
que vinieron de lejos
a
trabajar en esta fría estepa castellana.
Quisiera
acariciar sus surcos, marcados por el tiempo
manos
que recogieron frutos, en la escarcha helada
manos
que tanto trabajaron en las frías madrugadas
manos
laboriosas, endurecidas en silencio
que
sacaron hijos adelante
construyendo
hombres y mujeres del presente,
con
sudor, oro del trabajador
con
tesón y esfuerzo.
Cómo
agradecer tanto amor con unos cuántos versos.
Maribel
Domínguez Duarte
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